viernes, 30 de octubre de 2015

TEMA N° 8 "NECESITADO MATERIAL Y ESPIRITUAL"


“NO JUZGUES...
Tú no sabes la Tormenta que esa persona ha tenido que Atravesar en su momento de Prueba”
                                    Rom. 2, 1.3
 

 
INTRODUCCIÓN
            Cuando se encuentra Jesús en Betania, e la casa de Simón el leproso, días antes de su pasión y muerte, una mujer se acercó a Él y derramó sobre su cabeza un perfume muy caro. “Al ver esto, los discípulos se indignaron y decían: ¿A qué se debe semejante derroche? Podía haberse vendido en un buen precio y haber dado el dinero a los pobres. Jesús se dio cuenta y les dijo: ¿Por qué apenan a esta mujer? Ha hecho una obra buena conmigo. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre” (Mt 26, 8-11)
            El pobre o necesitado y la pobreza han generado actitudes y  reacciones diversas. Unos se aprovechan de esta situación para generarse más recursos y otros maltratan a los necesitados como personas que casi no cuentan. Por lo tanto, las visiones de los políticos, los economistas, los sociólogos, los moralistas, los psicólogos, etc. Muchas veces son tan diversas que las discusiones son de nunca acabar mientras que el necesitado está allí esperando que le ayuden. Lo que si está muy claro, es que el Evangelio del Señor y los que siguen las enseñanzas del maestro, o sea, los santos, siempre han sido solidarios con los pobres o necesitados.

EL NECESITADO MATERIAL

            No es simple carencia de recursos materiales. La pobreza y necesidad en la Biblia, es considerada primero como un castigo divino por los pecados conocidos o desconocidos que uno puede haber cometido; más tarde como una situación no deseable que; sin embargo, no tiene por qué ser consecuencia del pecado y, finalmente como un efecto perniciosos e la acción injusta y opresora de los poderosos contra la que se alza vibrante la denuncia de los profetas.
            La necesidad material puede ser de recursos necesarios para comer y beber, para vestirse, para curarse o prevenir una enfermedad, para estudiar adecuadamente, para cuidar de su familia. También tiene necesidad material el que no tiene una casa donde alojarse, el preso que necesita ser visitado, el enfermo que está triste y abandonado, el huérfano y la viuda que están desamparados. La necesidad también afecta a los muertos que no los recogen y que por respeto a la persona que fue necesitada ser enterrado con respeto.
            Unas veces se es pobre porque, a pesar de las oportunidades aprovechadas, no se ha podido salir de esa situación; otras veces porque se han perdido oportunidades por desidia o rebeldía. No faltarán casos de necesitados que siguen así porque nadie les socorre enseñándoles un oficio, empujándoles a trabajar honestamente para no perder el empleo, o capacitarse con frecuencia para estar al día y tener, cada vez, nuevas alternativas de mejora. También puede ser que Dios permita sufrir así para luego gozar en el cielo como el pobre Lázaro del Evangelio.
            Ser necesitado material puede generar en la persona y su familia muchos conflictos. Alguno puede buscar la muerte, otro puede abandonar a sus seres queridos, e incluso no faltan los que reniegan contra Dios. Sin embargo, el que tiene a Dios de veras, puede ofrecer a Dios su sufrimiento para pagar por sus pecados y al mismo tiempo esforzarse.

EL NECESITADO ESPIRITUAL

            Junto a la pobreza material y social, efecto sobre todo de la injusticia, que es necesario combatir y que el NT considera sin reservas como una situación a erradicar, la Biblia nos habla también de otro tipo de pobreza o necesidad. Es la pobreza como actitud del hombre que reconoce su infinita distancia de Dios, su condición frágil y pecadora, y en consecuencia adopta una virtud de sencillez, desprendimiento, mansedumbre, servicio y apretura. Es la pobreza cuyo inapreciable valor religioso van descubriendo profetas y salmistas, que incluye por su puesto el desprendimiento y la renuncia a los bienes terrenos, aunque no como único elemento, y que encuentra en Jesucristo y en María (la Virgen) el modelo supremo a imitar por todos los discípulos.
            Las necesidades espirituales que podemos encontrar en las personas pueden ser de instrucción sobre algo que no saben, de consejo u orientación para mejorar el estilo de vida de acuerdo al Evangelio; de corrección cuando se equivocan; de consuelo en algún dolor moral que sufran; de conforto y aliento en los momentos duros, de perdón para aliviar el alma y recomenzar el camino perdido y de oración por las intenciones personales que también se extiende a los difuntos necesitados.
            Qué importante es reconocerse como lo que somos; criaturas de Dios, seres imperfectos y necesitados de Dios.  Y qué importante también poner toda nuestra esperanza en nuestro Creador y Redentor y no en las riquezas terrenales tantas veces fustigadas por el Señor en el Evangelio. Sólo el que tiene un corazón libre de apegos terrenales puede de veras amar a Dios con toda su alma, con toda su mente, con todo su corazón. El que no es pobre espiritual, por su desprendimiento y sencillez, tiene el corazón dividido y no puede agradar a Dios.

Actitud del Cristiano ante el necesitado

            “De nuestra fe en Cristo, brota también la solidaridad como actitud permanente de encuentro, hermandad y servicio, que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles, principalmente en la defensa de la vida y de los derechos de los más vulnerables y excluidos, y en el permanente acompañamiento en sus esfuerzos por ser sujetos de cambio y transformación de su situación”.
            Debemos evitar todo paternalismo que inhibe el desarrollo personal y hace dependiente a las personas necesitadas. Más bien se nos pide “dedicar tiempo a los pobres, prestarles una amable atención, escucharlos con interés, acompañarlos en los momentos más difíciles, eligiéndolos para compartir oras, semanas o años de nuestra vida, y buscando desde ellos, la transformación de su situación.
 
OBRAS CORPORALES DE MISERICORDIA
1. Dar de comer al hambriento
2. Dar de beber al sediento
3. Dar posada al necesitado
4. Vestir al desnudo
5. Visitar al enfermo
6. Socorrer a los presos
7. Enterrar a los muertos
OBRAS ESPIRITUALES DE MISERICORDIA
1. Enseñar al que no sabe
2. Dar buen consejo al que lo necesita
3. Corregir al que está en error
4. Perdonar las injurias
5. Consolar al triste
6. Sufrir con paciencia los defectos
de los demás
7. Rogar a Dios por vivos y difuntos

 
 
CUANDO EL POBRE NADA TIENE
(CANCIÓN)

Cuando el pobre nada tiene y aún reparte
cuando un hombre pasa sed y agua nos da
cuando el débil a su hermano fortalece;
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2)
Cuando el pobre sufre y logra su consuelo
cuando espera y no se cansa de esperar
cuando amamos aunque el odio nos rodee:
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2)
Cuando crece la alegría y nos inunda
cuando dicen nuestros labios la verdad
cuando amamos el sentir de los sencillos:
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2)
Cuando abunda el bien y todos lo comparten;
cuando un hombre donde hay guerra pone paz;
cuando hermano le decimos al extraño:
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2)

TEMA N° 7 "VOCACION SACERDOTAL Y RELIGIOSA"



“No me eligieron ustedes a mí: fui yo quien los elegí a ustedes.”
 

 
ORACION DE UN SACERDOTE
Señor, Tú me has llamado al ministerio sacerdotal
en un momento concreto de la historia en el que,
como en los primeros tiempos apostólicos,
quieres que todos los cristianos,
y en modo especial los sacerdotes,
seamos testigos de las maravillas de Dios
y de la fuerza de tu Espíritu.
Haz que también yo sea testigo de la dignidad
de la vida humana,
de la grandeza del amor
y del poder del ministerio recibido:
Todo ello con mi peculiar estilo de vida entregada a Ti
por amor, sólo por amor y por un amor más grande.
Haz que mi vida celibataria
sea la afirmación de un sí, gozoso y alegre,
que nace de la entrega a Ti
y de la dedicación total a los demás
al servicio de tu Iglesia.
Dame fuerza en mis flaquezas
y también agradecer mis victorias.
Madre, que dijiste el sí más grande y maravilloso
de todos los tiempos,
que yo sepa convertir mi vida de cada día
en fuente de generosidad y entrega,
y junto a Ti,
a los pies de las grandes cruces del mundo,
me asocie al dolor redentor de la muerte de tu Hijo
para gozar con Él del triunfo de la resurrección
para la vida eterna.
 
Amén
 
 
 
 
 
VOCACIÓN SACERDOTAL
¿Qué es?
Es un don gratuito del amor de Dios a su pueblo. Él escoge a algunos hombres (como tú) que toma de entre los hombres (Hb. 5), para guiar y acompañar el caminar de la Iglesia.
 Si Dios te llama a ser sacerdote...
 - Estás llamado a vivir el estilo de Jesús Sacerdote, a transformarte en Él, asumir sus propios criterios de vida ante la realidad que te interpela, te confronta y te invita a caminar en discernimiento y ritmo de búsqueda constante.
 - Estás llamado a ser un hombre que dedique su vida con "todo su corazón, toda su mente y todas sus fuerzas" al servicio del Reino, en lo concreto del día a día pero con la mirada puesta en la eternidad, en donde vivas íntimamente unido al Padre en fidelidad y fraternalmente unido a la humanidad en misericordia y solidaridad.
 - Estás llamado a ser puente que una al Padre y a tus hermanos por medio de Jesús.
 - Estás llamado a vivir movido por el Espíritu Santo quien hace la obra de tu transformación en Cristo Buen Pastor.
 - Estás llamado a amar a María y hacerla compañera de camino, de seguimiento, de respuesta alegre y confiada.
 Es a través del Orden sacerdotal que Dios llama a un hombre, lo consagra y lo envía para hacerlo presente en sus sacramentos, compartiendo el Pan de la Eucaristía, fuente de comunión, la Palabra que contiene el Proyecto del Reino, la Reconciliación, la Unción, la Confirmación... y es a través del que ha sido ordenado sacerdote, que Cristo mismo se hace presente en medio del pueblo, haciéndolo instrumento de transformación y liberación en medio del mundo.
Requisitos básicos
Para ser ordenado sacerdote en la Iglesia Católica Romana, debes ser hombre, tener al menos 25 años de edad y ser apto físicamente para practicar los sacramentos.
Requisitos de educación
Los sacerdotes católicos deben completar ocho años de educación luego de la educación secundaria, que incluyen un título universitario de cuatro años y un máster en divinidad en un seminario católico.
Evaluación psicológica
Los candidatos son sometidos a varios exámenes psicológicos que evalúan su aptitud para el sacerdocio.
Sacerdotes diocesanos
Un sacerdote que trabaja como pastor o asistente de un pastor en una iglesia local es conocido como sacerdote diocesano. Aquellos que buscan esta clase de ministerio se convertirán, cuando entren al seminario, en parte de una parroquia local y trabajarán y servirán en la comunidad, como parte de su formación sacerdotal.
Sacerdotes en órdenes religiosas
Aquellos que desean convertirse en sacerdotes en una orden religiosa (como dominicanos o franciscanos) deben cumplir los requisitos específicos de cada orden. Esos requisitos incluyen algunas veces la asistencia a un seminario patrocinado por la orden, así como el trabajo en las misiones de esa orden. Estas pueden incluir educación, trabajo médico y servicio a los pobres.
 

VOCACIÓN RELIGIOSA

¿Qué es?
 La Vida Religiosa "es un don de Dios Padre a su Iglesia por medio del Espíritu". Lo característico es la vivencia de los votos o consejos evangélicos y la vida en comunidad.
 Si Dios te llama a la Vida Religiosa...
 - Estás llamado a vivir centrado en Jesús, quien vivió un amor de exclusividad al Padre y de profunda universalidad a los hombres y mujeres de todos los tiempos, y a ser feliz no sólo por tu realización personal, sino porque la encuentras precisamente en darte a todos por igual. Es ir contracorriente en este mundo que te invita al placer por el placer, al hedonismo, a vivir centrado en ti mismo.
 - Estás llamado a tener como única riqueza a Jesús y su invitación a perder tu vida por el Reino. Perderla a favor de los que más necesitan, perderla por el que por las estructuras de poder hoy es empobrecido, perderla al sonreír por dar amor y recibirlo gratuitamente. Es ir contracorriente en este mundo que te invita al consumismo.
 - Estás llamado a hacer del Proyecto del Padre tu propio proyecto de vida, acoger su verdad y ser libre. Adentrarte en el proyecto del Reino, de sus exigencias y sus gozos, de sus luchas y de sus grandes alegrías y no desear otra cosa que hacer la voluntad de Dios en ti y en tus hermanos. Ser fiel a la historia que te habla y compromete hoy, ser fiel a la voz y a los gritos de tus hermanos que te hablan hoy, ser fiel a tu corazón en el que habita Dios. Es ir contracorriente en este mundo que te invita a buscar el poder, a hacer lo que a ti "se te antoja", a vivir sin sentido.
 - Estás llamado a vivir en comunidad de hermanos, a construir la fraternidad y el bien común, en donde el centro sea Jesús y lo suyo. Es ir contracorriente en este mundo que te invita al individualismo y aislamiento.

Los requisitos que se exigen para ser religioso o religiosa son:
P  Ser católico/a, estar bautizado y confirmado.
Tener vocación y recta intención.
P  Tener buena salud psíquica y física.
P  Poseer un carácter adecuado y madurez suficiente proporcionada a la edad.
P  Tener cualidades suficientes para seguir el camino elegido.
Tener más de diecisiete años de edad.
P  Estar soltero o viudo.
P  Que la opción por la vida religiosa sea algo totalmente libre.
P  Que la persona sea capaz de ajustarse a las normas de la congregación elegida.
¿Qué tengo que hacer para llegar a ser religiosa?
En primer lugar, tienes que descubrir en ti la llamada del Señor: la vocación. A través de ella entenderás tu misión de servicio a la comunidad y cuál es la voluntad de Dios para tu vida.
Para ayudarte a descubrir tu vocación te podrá orientar algún sacerdote, religioso, religiosa o cristiano convenientemente formado.
Una vez que haya realizado el oportuno discernimiento vocacional y descubierto la voluntad de Dios en tu existencia, tienes que dar un segundo paso, que es el de localizar un instituto de vida consagrada, en el que tú creas que vas a poder realizar la misión de servicio que Jesucristo te ha encomendado de manera particular.
Una vez reafirmado tu vocación religiosa podrás pasar al postulantado, que dura alrededor de seis meses, aunque esto depende del Superior que te haya admitido.
Finalizado el periodo de postulantado ingresarás al Noviciado. Este tiene una duración de un año como mínimo y dos años como máximo. Una vez terminado el periodo de noviciado satisfactoriamente, podrás hacer la primera profesión.


NO ME ELIGIERON USTEDES
(CANCIÓN)
No me eligieron ustedes,
fui yo quien los elegí/
ustedes son mis amigos,
serán mis testigos vivirán en mi (2)
Porque temer hombres de poca fe,
si yo conozco a quienes elegí,
les aseguro
que harán mis obras,
y aún  mayores si creen mi...
No muchos ricos ni poderosos,
escoge Dios para evangelizar,
fuertes y sabios
son confundidos,
por la codicia y la necedad...